El conformismo es una de las causas de la pobreza

 Quiero compartirles un artículo que acabo de leer en la revista Paréntesis que viene como suplemento del periódico El Carabobeño en Venezuela. Esta revista dominical es una de las razones por las que me mantengo como fiel lector de este periódico. La verdad, despertarme cada domingo y empezar un lindo día con palabras tan emotivas y positivas es un ritual que me parece más que placentero, energizante! Y hoy, en la sección de Clásicos Gerenciales, Juan Carlos Caramés nos comparte unas reales e interesantes reflexiones sobre el por qué el conformismo es una de las causas de la pobreza.

  
  Aquí les presento la gran parte de el artículo. Con un toque editado -olvidé un par de corchetes.

“¿Por qué la gente se conforma con lo que tiene y vive año tras año, sin prosperar? Mucha gente se jubila y lo único que les ampara es el cheque de la jubilación; otros, ni siquiera eso. Muchos padres, tíos, parientes llegan a viejos sin haber cumplido sus anhelos. El motivo fue, que se conformaron con lo que tenían y no empezaron una nueva aventura en su vida, por el temor al cambio y a lo desconocido. Dice un dicho, que al único que le gusta el cambio es a un bebé que tiene el pañal mojado.

La mayoría de nosotros espera hasta que las condiciones de vida sean insoportables o que nos pase algo grave para cambiar.

El día que decidamos, nosotros podemos cambiar nuestra vida. El día que queramos, podemos abrir un libro en vez de escuchar la radio o ver televisión. El día que queramos, podemos dejar de escuchar música en nuestro carro y dedicar media hora al día a escuchar algún método que nos enseñe algo nuevo, que haga crecer nuestra habilidad de ganar dinero -por ejemplo.

Podemos quedarnos una hora extra en el trabajo por nuestra cuenta para aprender de otras posiciones y volvernos más valiosos, o podemos ir a casa a tomar una cerveza y seguir ganando lo mismo y culpar al patrón por lo poco que ganamos.

El día que queramos, podemos decidir prepararnos para cambiar de profesión y trabajo, y buscar una vida mejor para nuestra familia. Pero no lo hacemos porque el cambio crea nerviosismo e inseguridad. Otros tienen miedo de comenzar algo nuevo, por el temor al fracaso. Nos conformamos con nuestra situación actual y al hacerlo estamos condenando a nuestros seres queridos a la vida que nosotros mismos detestamos.

Nosotros creamos las circunstancias con nuestras decisiones, con nuestras disciplinas diarias. Por ejemplo, si hoy día no aprendemos algo nuevo no es el fin del mundo, no sentimos la diferencia. Pero si sumamos los días, meses y años sin habernos preparado, se convierte en una tragedia. Hoy día podemos empezar nuestra carrera hacia una vida mejor. Pero parece que preferimos no empezar nunca, quejarnos y culpar al sistema y a las circunstancias por nuestra mala fortuna, y llegar a viejos y sentir la impotencia de no poder ayudar a nuestros hijos y, todavía encima, ser una carga para ellos. Cuando lleguemos a viejos, nos pesarán nuestran equívocaciones quizá, pero más nos pesará lo que no hicimos -según muchos confirman. Por supuesto, nunca es tarde para empezar porque no importa cuán lejos hemos avanzado en el camino equivocado, sí hay maneras de darnos vuelta de inmediato.

El hombre que fundó los McDonalds lo hizo a los 54 años. El viejecito de KFC (Kentucky Fried Chicken, se hizo millonario a los 66 años, cuando ya estaba jubilado y sólo recibía el cheque del seguro social.

Si no estamos contentos con nuestra vida, cambiemos. Nosotros, tenemos la capacidad de cambiar nuestra vida cuando lo decidamos, porque no somos plantas. El destino no está escrito, lo creamos nosotros. La mayoría de la gente quiere seguir con su tren de vida, porque se les hace más fácil, pero si uno quiere algo mejor para sí y sus seres queridos hay que tomar la decisión de cambiar hoy mismo, porque nunca va a llegar un tiempo mejor.”

   Estas son muchas de tantas palabras que definitivamente deberían (sí, de deber) retumbar en nuestra mente cada día con cada acción que hacemos o planeamos hacer; más aún si estamos hartos de un ritmo de vida que nos  hace sentir inconformes por algo, o por tanto. El artículo por si mismo nos ofrece muchos puntos para reflexionar en cuanto a nuestra forma de vivir y cómo quizá influenciar o sugerir un cambio positivo en la de aquellos a quienes amamos.

    
   Espero lo disfruten también, y que tengan un lindo día.

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