Un fin de semana entre playas, cascadas y leones marinos.
Salir de Washington en busca de nuevas aventuras siempre es emocionante, pero cuando el destino es la costa de Oregón, la emoción se multiplica. Con mi esposo e hijo a bordo, arrancamos el viaje un sábado tempranito, listos para un fin de semana largo (por ser puente) lleno de paisajes impresionantes, encuentros con la vida silvestre y muchas risas.
La primera parada fue el Oregon Travel Information Booth, porque aunque Google Maps y el GPS nos acompañan, nunca está de más recoger algunos mapas y recomendaciones locales. Con la ruta en mente y café aún caliente y merienditas, nos pusimos rumbo al Lighthouse Viewpoint, donde nos recibió una vista espectacular del océano Pacífico. La brisa marina nos despeinaba sin piedad, pero eso no impidió que tomáramos mil fotos y disfrutáramos de la sensación de libertad que solo el mar puede dar. Los días estuvieron soleados y con bastante aire rico.
Nuestro siguiente destino fue el famoso Sea Lion Caves. No sé qué fue más impresionante: el sonido de los leones marinos resonando en la cueva o verlos tomar el sol desde lejos. Afuera, hay una estatua del león marino que nos sirvió de fondo para unas fotos familiares, justo antes de dirigirnos al acuario, donde disfrutamos con la decoración, los colores, variedad y movimientos de los peces. Sigue leyendo más abajo de la galería de fotos.
Esta es la pequeña colección de fotos del paseo que realicé al estado de Oregón, creo que en el verano del 2009, no rdo con exactitud (Ya luego confirmo esta fecha)
El domingo lo comenzamos con una dosis de naturaleza en el Wildlife Safari, un parque donde los animales parecían tan curiosos de nosotros como nosotros de ellos. Nos reímos bastante cuando vimos jirafas, elefantes y un rinoceronte a pocos metros. Luego, continuamos hacia las icónicas cataratas Multnomah, una maravilla natural que es rincón para postales internacionales, querid@. Subimos hasta pasado el puente para sentir la brisa fresca y mojada en la cara y maravillarnos con el reflejo del sol en la caída del agua.
Antes de regresar a Washington, hicimos una última parada (nuevamente) en Vista House, en Crown Point, donde ahí en una de las fotos les muestro la vista del río Columbia que nos dejó sin palabras. Allí, en ese mirador donde Oregón y Washington se dividen, nos quedamos un rato simplemente respirando y disfrutando el momento – y comiéndonos unas platillitos que llevábamos de avío. Con el sol bajando y el corazón lleno de recuerdos, emprendimos nuestro regreso a casita con una sola idea en mente: ¡definitivamente teníamos que volver! y así lo hicimos y te lo compartimos en otras galerías.
Uno de mis primeros posts cuando inicié con este blog seriamente 😉
Gracioso el tema y de seguro que quién lo leerá vendrá con la disposición de cuestionármelo [risas]. Bienvenido y estas Read more
Creo que la mejor forma de innovar la arepa venezolana es con un poco de pensamiento, estilo único y estos Read more
No todos hemos tenido la oportunidad, el dinero, o la intención de tomar un safari en África durante alguna de Read more