Este tema que ahora te voy a compartir es parte de una de mis experiencias muy personales con las cuales anteriormente había tenido que ‘lidiar’ en varias de mis relaciones con familiares y amistades, y en donde muchas veces los resultados no me hacían sentir para nada satisfecha. Solía creer que esas sensaciones de insatisfacción me estaban indicando algo – yo incluso no sabía exactamente qué hasta hace varios meses atrás-. Así que este tema viene directamente ahorita de mi cabecita.

Se nos repite, y la vida nos muestra, que debemos aprender a aceptar a las personas tal cual como son. Donde quiera podemos leer sobre ello, nos encontramos personas que incluso nos predican al respecto, y podemos hasta disfrutar de un café con un ser a quién admiramos y de quien muchas veces escuchamos sentimientos dolorosos de lo que a, a su ver, involucra el aceptar a las personas tal cual son, incluyendo el efecto que esto pueda tener en su vida – y gran parte de esos efectos tienden a ser negativos. ¡Qué triste y tedioso es tener que pasar por experiencias como estas constantemente!

Personalmente, hace poco más de un año, decidí confrontarme conmigo misma mirándome al espejo y haciéndome preguntas muy concretas relacionadas a esas sensaciones de insatisfacción que surgían en conversaciones con personas a las que yo llamaba ‘difíciles’.

Era el poder descubrir justamente qué es lo que desencadenaba ciertos sentimientos y esas sensaciones lo que me tenía curiosa. Unas sensaciones y sentimientos que iban en polo opuesto a lo que por tantos años había albergado en mi mente (cosas como por ejemplo, el sentir tranquilidad con lo que deseaba, el respeto a las palabras y sueños de los otros, y la creencia de que podemos obtener cosas mejores y bonitas cuando honestamente somos abiertos dejando claro lo que nos gusta), y un deseo inmenso de querer proteger todo ello en lo que había creído y respetado.

Te cuento que mi reacción tendía a mostrar una conducta con un talante muy particular: Yo trataba de posicionarme con una mentalidad tranquila e ignorar aquello que no me había gustado, o no estaba de acuerdo, y simplemente me alejaba de esas personas por un tiempo.

Según lo que creía, yo pretendía dejar pasar las cosas, dejar que el tiempo suavizara los roces o malentendidos, e incluso creía que actuando así la otra persona podría entender aquello que había pasado – ¡Imagínate! resolver los problemas, aclarar las confusiones, mejorar las situaciones y sin hablarlo. ¡Que arrecha yo! Lo que resultaba de todo ello era interesante: Cada vez que, por alguna razón, traía ese momento a mi cabeza, o alguien me recordaba mi última visita o conversación con esta persona ‘difícil, internamente surgía en mí una sensación de vacío, algunas veces un sentimiento incómodo, y en donde luego el entorno parecía verse envuelto en un mundo de suposiciones – «que tal si esto…», «o que tal si aquello», «o que bien si fuese actuado así o asá»… etc. ¡No puede ser! eso había que detenerlo. No era justo para mí, ni creo que es justo para nadie ser tratado bajo, digamos, un aura que podía fácilmente tornarse hostíl cada vez.

Pero las cosas que nos sacuden el piso, y que nos traen a experimentar lo más íntimo de nosotros como seres humanos, siempre suceden.

Un día, alguien me comentó ligeramante lo sensible que soy con lo que hago y lo que entrego. Y aunque no profundizamos en el comentario, me quedé intrigada y quise investigar más al respecto sobre la sensibilidad de las personas. Y como el que busca encuentra, ¡mira que emoción! encontré un libro con unos capítulos preciosos, si me permites expresarlo de esa manera, llenos de frases y contenido que respondían muchas de mis inquietudes. Y descubro que soy una persona muy sensible. ¡sí! soy muy sensible. Y me ha contentado tanto el confirmarlo, que hoy día cuando algo aflora en mi cabeza y me hace sentir un tanto fuera de control, me puedo detener en el momento y sonreirme porque mi sensibilidad me ha hecho consciente de que surgió algo que sé que está mal o no es apropiado (y muchas veces me percato que la otra persona también lo sintió), o que algo no concuerda con lo que se dice.

aceptar-las-personas-como-son

Sin embargo, noto que muchos de nosotros aunque reconocemos que las otras personas son como son, o mantienen una postura por alguna razón, esto no tiene porque ser un factor determinante en la aceptación de su conducta así porque sí dejándolo pasar una y otra vez.

He aprendido con todo ello que parte de aceptar cómo es y dónde está una persona en cierto momento de su vida, implica simplemente reconocerlo y observar cautelosamente si todo en lo que se envuelve afectaría de alguna manera, directa o indirectamente, positivamente mi propia persona. Es reconocer quién es esa persona justo en un momento dado. Es ver claramente en qué posición se encuentra esa persona y cuán indiferente puede actuar en relación a como yo me entrego. Y si aún con todas las señales que envío para que también entienda mi posición y para que perciba mis sentimientos, si aún así no me doy a entender, entonces actúo de una forma mucho más proactiva: Afrontando a la persona de una manera tranquila haciéndole saber que se le deja ‘libre’, que se le da su ‘espacio’, para que encuentre su propio balance y para que en el futuro, si así deseamos, tengamos una mejores herramientas que traer a la mesa en nuestra relación en donde ambos/ambas podamos sacar provecho.

Tener que aceptar como otros son o están, estoy segura, que no es tener que escuchar todo lo que nos dicen (y que no creemos) cada vez que nos ven. Ní es tampoco comprar esas palabras que tratan de vendernos para justificarse cada vez por un mal entendido -cada vez que incumplen-. Ni mucho menos es tener que dedicar nuestro tiempo a alguien  con conversaciones o acciones que no llevan a nada bueno, positivo, valioso, o de crecimiento. Mucho pareciera indicarme que lo hacemos -caer en ese tipo de dinámica de aceptar todo- por el simple hecho de que nos sentimos como en deuda: ‘tengo una amistad con esa persona desde la niñéz’, o ‘es parte de mi familia’, o ‘es mi jefe’, etc.

Aceptar a otros como son y donde están siento que es reconocer que como actúan en ciertos momentos de incertidumbre, molestias, miedos, tristezas, depresión, decepción, etc., no determina totalmente quienes son, ¡claro que no! Sin embargo, percatarnos de estos pequeños detalles -si notamos que suceden con frecuencia-, es una clave para identificar si esa persona simplemente necesita espacio y su propio tiempo para pensar y organizar mucho a su alrededor (un tiempo y un espacio que uno puede enfocar en cosas mucho mejores y beneficiosas).

Y lo más importante es que cuando aceptamos a otros como son y donde están es un acto que debe ser puramente honesto y genuino que no debe afectar desagradablemente a los seres valioso y grandiosos que día a día estan con nosotros.

Nuestra propia persona debe sentirse amada, respetada y valorada sin importar quién se acerque a uno y con qué tipo de intención. Cuando uno comienza a entender eso y practicarlo más relajadamente, la vida se le va haciendo a uno más fácil en cuanto a lidiar con dificultades y personas’difíciles’. No hay necesidad de merodeos y en cuanto a respetar el tiempo y la dedicación de las otras personas muestra nuestro aprecio grandemente. Actuando así aprendemos a vivir los momentos con la gente libremente y a mantener relaciones creo que un poco más saludables.

¿Sabes qué he llegado a pensar?

Que hay seres que, con todo consideración, siento están en un plano superior a muchos de nosotros en cuanto a relaciones interpersonales. Son personas que han aprendido que el amor, la dedicación, el respeto y la atención son elementos tan básicos a la hora de sembrar, alimentar y crecer las relaciones sanas. Algunos parecieran ser tan afortunados haber nacidos con ese instinto, no sé, digo. Por supuesto que sigo pensando que todo ello realmente acarrea una ardua labor. Y quizá como a mí, a tí también te ha pasado que has tenido una experiencia en donde te sientes que ya has madurado unas etapas que no vale para nada la pena volver a vivir con alguien complicado-uno se siente como ir para atrás cada vez que eso pasa, ¿verdad?

Para mí,  esta rutina de tratar con personas difíciles se me ha hecho mucho mejor llevarla ahora: Simplemente trato de entender su situación, los acepto con lo que muestran, los observo cautelosamente, me respeto y valoro, y luego los libero si es necesario. Oye! y es algo que no siempre recuerdo a tiempo.

Aquí, en mi lugar de abundancia, como le digo yo a este website, es mi meta dejar por escrito palabras que deseo recordarme a mí misma al pasar el tiempo. Llenemos nuestros corazones de muchos buenos pensamientos cada día – realmente no cuesta nada. No dejemos que el actuar de otros nos haga sentir todo lo contrario a lo que soñamos, a lo que aspiramos tener alrededor  y lo que creemos que somos capaces. Hemos crecido en un punto tan increible, y somos bendecidos tan inmensamente en tantas formas, que no actuar como un ser agradecido se vería muy egoista.

Aunque pueda ser tedioso o irritante, aprendamos cada día a aceptar a las personas con nuestros mejores ojos (a mi también me cuesta aún), con nuestros mejores sentimientos y con mucha cautela también. Hay que saber identificar cuando algunas de esas personas necesitan que se les deje ir para que puedan crecer y expandirse en las áreas y con las personas donde realmente serán y estarán mucho más felices.

relaciones-positivas
Artículos relacionados.
The Art of Reading

El Arte de Leer…..The Art of Reading. Hace 5 dias estuve leyendo parte de un libro, especificamente unas hojas fotocopiadas, Read more

“ The Secret ”.

Este Lunes 29 de Septiembre después de almorzar una suculenta sopa de caraotas rojas con salchichas y un arroz amarillo Read more

Ser Escritor …
Ser Escritor … uhm!

Debemos ser muy buenos lectores. Y luego, si así queremos, intentar también escribir frecuentemente. Porque algo maravilloso con ello es Read more

¿Qué Puede Hacer una Sonrisa?
¿Qué Puede Hacer una Sonrisa?

Sonreir es simplemente un acto de agradecimiento. Agradecemos por cada experiencia que la vida nos presenta, por cada resultado que Read more

Imagenes relacionadas:

Comparte este artículo cuando gustes.

Puede que también te guste...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *