Amo las sardinas, y éstas me sorprendieron con su saborcito ahumado → SoldeVenezuela

Suelo estar pendiente de leer los reviews de algunos productos antes de comprarlos, entre ellos las sardinas. Son muy pocas las que me encantan comer, y hace poco me topé con éstas de Wild Planet, y siendo ahumadas, me dejaron sorprendida y enganchada.

Esta marca pasó a mi lista de productos de alimentos de preferencia en donde tengo también a las sardinas de Season Products, que suelo encontrar al mayor en Costco a muy buenos precios.

Hay algo especial en las sardinas, específicamente las que encuentro en latas, que capturan mi corazón rapidíto y derriten mis papilas gustativas, así que recibe este artículo que te comparto como carta en defensa de la humildes sardinitas que siempre están nutritivas y prácticas para uno.

A nuestras queridas sardinitas muchos la consideran alimentos poco glamorosos, pero les toca quedarse callados cuando las critican porque resulta que sus beneficios para la salud y su versatilidad las convierten en un alimento básico que no debería faltar en nuestras despensas. Y aquí te digo por qué me encantan las sardinas y por qué necesitamos agregarlas en nuestra dieta cada vez que sea posible.

En primer lugar, me fascinó aprender que las sardinas son increíblemente nutritivas. Están repletas de ácidos grasos omega-3, que son esenciales para la salud de nuestro corazocito y nuestra función cerebral. Indican expertos de la salud y nutrición que los omega-3 reducen la inflamación y reducen el riesgo de enfermedades cardíacas, lo que hace que las sardinas sean una fuente inagotable de nutrientes en un paquete pequeño.

Las sardinas igualmente son una gran fuente de proteínas y proporcionan todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita. Ayuda a construir y reparar tejidos, por lo que es una parte importante de una dieta saludable.

Además de omega-3 y las proteínas, las sardinas son ricas en vitaminas y minerales. Se resalta constantemente que son una buena fuente de vitamina D, obviamentes importante para nuestra salud ósea y función inmune. Estas pecesitas también contienen calcio, que es esencial para tener huesos y dientes fuertes. Así como nos decían nuestras mamitas cada vez que teníamos que tomar nuestras vitaminas.

Al venir en lata, se hace conveniente cargar sardinas a donde a uno se le antoje. Se almacenan facílito y se consumen sin tanta complicación. Pueden almacenarse durante largos períodos sin refrigeración. Son perfectas para comidas rápidas y fáciles. Y si te gusta ir de hiking o paseos solo o en familia por la naturaleza, varias latas de sardinitas sacan de apuro y nos dejan bien alimentaditos.

Y en cuanto a su sabor, ¡qué no decirte! Son riquísimas, aunque, desafortunadamente no con todas las marcas. Por lo general, tienen un sabor fuerte y sabroso que combina bastante bien con una variedad de platos de tu preferencia. Puedes colocarlas en ensaladas, en salsa para pastas (que es una de mis preferencias aquellos días cuando ando con semejante hambruna y no tengo casi tiempo para cocinar) y en sándwiches, hay infinitas formas de disfrutar las sardinas. Aunque un detallito que me hace estar cautelosa de cuando usarlas, es que por su olor particular e intenso para algunos, muchas veces, no siempre las preparo en las mañanas de lunes a viernes… siento que el aliento perdura mucho, y en casa no nos agrada andar por fuera eructando sardinitas [risas]. Pero si me fascina en desayunos algunos fines de semana, y una que otra vez para los almuerzos en casa.

Hablando un poquito sobre la composición química de la sardina

Comunmente escuchamos decir que “las sardinas tienen bajo contenido de mercurio en comparación con los pescados más grandes, lo que las convierte en una opción más segura para el consumo regular”, lo que considero sigue siendo valioso tener en mente. Aquí te comparto los otros detalles que encontré:

Proteína: Las sardinas son una buena fuente de proteínas, con aproximadamente 20 gramos de proteína por cada 100 gramos de pescado. La proteína es esencial para construir y reparar tejidos en el cuerpo.

Grasa: Las sardinas también son ricas en grasas saludables, particularmente ácidos grasos omega-3. Estas grasas son importantes para la salud del corazón, la función cerebral y para reducir la inflamación.

Vitaminas: Las sardinas son ricas en vitaminas, particularmente vitamina B12, que es importante para la función nerviosa y la síntesis de ADN. También contienen vitamina D, que es importante para la salud ósea y la función inmune.

Minerales: Las sardinas son una buena fuente de minerales como calcio, fósforo y selenio. Estos minerales son importantes para la salud ósea, la producción de energía y la función antioxidante.

Otros compuestos: Las sardinas también contienen otros compuestos como colesterol y purinas. Los niveles de colesterol en las sardinas son generalmente más bajos que en otros tipos de pescado, y las purinas son compuestos naturales que pueden descomponerse en ácido úrico en el cuerpo.

¿Qué pasa con las sardinas ahumadas?

Óyeme, las sardinas ahumadas son una deliciosa variación de este ya delicioso pescadito. El proceso de ahumado le agrega un rico sabor (a veces a tierras húmedas, maderas, flores, etc.) que realza el sabor natural de las sardinas. Hay eventos en los que he estado en donde la sardina ahumada ha sido el aperitivo de lujo con otros ingredientes complemento genial: aceitunas, quesos, vinos, galletas crackers, y pan tostado con mantequillas de especies variadas. ¡Una delicia total!

Entonces, ya lo sabes, que no te dé ni pena comer sardinas. La próxima vez que busques una comida nutritiva y deliciosa, y hasta aperitivo ideal para un evento íntimo, no dudes comprar un par de latas de sardinas. Tu cuerpo y tus papilas gustativas te lo agradecerán. Ya sea que las disfrutes solas o como parte de un platillo principal, las sardinas naturales, al aceite o ahumadas son ese ingrediente versátil que de verdad te puede ayudar a mejorar el sabor y el valor nutricional de tus comidas. Abrazotes 😉