¿Has probado el jabón de leche de burra? → SoldeVenezuela

Es tan fascinante ver como en el mundo del cuidado de la piel hay una constante evolución con algún nuevo ingrediente, que luego termina causando sensación. En mi experiencia reciente comprando jabones, me topé con un curioso ingrediente que creo no haber usado anteriormente en mi piel: La leche de burra. Y leyendo al respecto me entero de que es, en muchas empresas, la última incorporación a la lista de tendencias de belleza y lujos inesperados. ¡Que tal! Si bien puede causar algo de gracia como lo catalogan, igualmente parece ser ese ingrediente místico que uno llegó a escuchar o ver en películas que relatan eventos a lo largo de la historia; la leche de burra se ha utilizado durante siglos por sus beneficios para el cuidado de la piel, entre otras cosas.

Y echándo un ojito en los buscadores por Internet, corrobo y te comparto que claro, históricamente, la leche de burra era la favorita de la realeza de las civilizaciones antiguas, incluida a la última reina de la dinastía ptolemaica, la hermosa Cleopatra, que creía en la capacidad de esta leche para mantenerle la piel joven. Además de Cleopatra, esta leche también la utilizaban en la antigua Roma y Grecia por sus propiedades medicinales y cosméticas. Entre algunos ejemplos, Hipócrates, el antiguo médico griego conocido como el «padre de la medicina», recetaba leche de burra para diversas afecciones de salud, creyendo que era beneficiosa para la digestión y la salud en general. Y otro ejemplo es el del autor romano Plinio el Viejo quien, de hecho, escribió sobre las virtudes de la leche de burra, recomendándola como tratamiento para diversas dolencias.

Ya viniéndonos a hoy día, se sigue destacando y poniendo en uso la leche de burra como ese antiguo secreto de belleza poderoso.

Cuando yo abrí la primera cajita, saqué el jabón para olerlo, algo que hago con muchas cosas que compro, y solté una risa porque lo menos que me encontré fue con un olor ‘sabrocito’ (nada tuvo que ver con florecitas, o perfumitos de bebé, fragancias de ropa limpia, etc): Olía a la leche cuando amamantaba a mi hijo. No sé porqué pero me remontó a esos momentos, y hasta a los días cuando me dolían los senos porque se llenaban de leche y esos tirones que me daba mi hijo cuando mamaba. Fue lo primero que me vino a la cabeza, y ¡claro! no puedo esperar diferente si se supone que es la leche de las ubres de una burra, de un ser vivo amamantando. De donde carajo habría de estar esperando fragancias distintas.

Pero luego quise profundizar un poquito en ello, ¿qué hace exactamente que la leche de burra sea tan especial? Para empezar, se dice que está repleta de vitaminas y minerales, incluida la vitamina E, conocida por sus propiedades humectantes. La leche de burra también es rica en aminoácidos, que ayudan a reparar la piel dañada y promueven la producción de colágeno. Todo suena chévere por ahí.

Pero quizás lo más sorprendente de la leche de burra es su similitud con la leche materna humana, indican estudios científicos –así que no estaba tan pelada al compararla al olor de mi leche cuando amamantaba. En una historia con la que me topé se narra que la leche de burra se utilizó en Europa durante el siglo XIX y principios del XX como sustituto de la leche materna en todos esos casos en que los bebés no podían ser amamantados. Para los estudios de aquellos tiempos, ya se creía que es más fácilmente digerible que la leche de vaca y además que tiene una composición más cercana a la leche materna humana.

Si quieres darle un vistazo a la composición química y nutricional de la leche de burra, te recomiendo este corto artículo científico que me encantó: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0737080623000163

Aquí un poco de lo que extraje sobre la composición química de la Leche de Burra:

Proteínas: La leche de burra contiene proteínas como la caseína y las proteínas del suero. Estas proteínas son esenciales para construir y reparar tejidos en el cuerpo.

Lípidos: Tiene menos grasa en comparación con la leche de vaca, lo que la convierte en una opción más ligera. Los lípidos de la leche de burra incluyen triglicéridos, fosfolípidos y colesterol.

Carbohidratos: El principal carbohidrato de la leche de burra es la lactosa, similar a otros tipos de leche. La lactosa proporciona energía y es una fuente de dulzor en la leche.

Minerales: Es rica en minerales como calcio, magnesio, fósforo y potasio. Estos minerales son esenciales para mantener huesos fuertes y la salud en general.

Vitaminas: Contiene vitaminas A, B1, B2, B6, C, D y E. Estas vitaminas desempeñan diversas funciones en el mantenimiento de una buena salud, como apoyar el sistema inmunológico y promover una piel sana.

Inmunoglobulinas: Contiene inmunoglobulinas, que son anticuerpos que ayudan a estimular el sistema inmunológico y proteger contra infecciones.

Lisozima: Contiene lisozima, una enzima que tiene propiedades antimicrobianas y ayuda a proteger contra infecciones bacterianas.

En general, esta composición única incluyendo su menor contenido de grasa y niveles más altos de ciertas vitaminas y minerales, dicen científicos, la convierte en un ingrediente valioso para el cuidado de la piel y la nutrición, alergias e intolerancias, estímulo del sistema inmunológico, y tratamiento para ciertas condiciones de salud.

Yo se que no lo comprarías porque quieras imitar a Cleopatra, yo tampoco, sin embargo cada vez que tengas la oportunidad de probarte uno en esos baños de lujo en los que te querrás consentir, dale oportunidad a este cremoso y poderoso jaboncito.