¿Cuántas veces después de haber soñado con una idea que retumbaba en tu cabeza por varios días, intentaste mil y una forma para ponerla en práctica deseándo ferviéntemente que comenzara yá a generar frutos? Y, ¿cuántas veces también has vivido la experiencia de que el lograrlo lucía imposible? Quizá justo ahora te abruma pensar que lo que pusiste en práctica no funcionará para nada y que cambiar de plan parece ser tu mejor decisión – e incluso te sientes congelado/a en un estado donde no sabes si deberías esperar un poco más y no rendirte aún.
Como ardua lectora, no hay nada que me motive tanto a seguirlo haciendo como el hecho de saber que escondido en las hojas de un texto comúnmente puedo encontrar la respuesta a lo que busco; sea en la forma de consejo o de parábola, en las letras de un ser querido, de una canción, o como la historia de una experiencia maravillosa, siempre encuentro una frase que resuena en mi cabeza con fuerza: ¡Hay más de una manera para ser exitoso! – o dicho de otra forma: hay más de una manera para lograrlo.
Qué reconfortante es recibir guía apropiada en el momento justo. Hay más de una manera para lograr las metas, ¡que bueno es recordarlo! Si crees que las cosas parecen no funcionar con algo que aspiras, pueda que no estés equivocado/a con la aspiración como tal, sino más bien que las técnicas que empleas no son las apropiadas para obtenerlo.
Nunca es tarde para sentarte nuevamente a analizar esa meta que tanto deseas, para ponderar las cosas que has logrado y lo que aún te falta, y por tí mismo decidir si ya es hora de aplicarle una nueva perspectiva a la solución e ir al ataque de nuevo – a tu batalla. Al final de esta batalla tendrás garantizado gran cantidad de resultados merecidos.
Saludos y pórtate bien.